Vías terciarias para el desarrollo rural - Juan Diego Patino

Vías terciarias para el desarrollo rural

Sí a los diálogos de Paz
28/07/2022
Convenio para la infraestructura de los Juegos Nacionales y Paranacionales 2023
05/08/2022
Mostrar todo

Vías terciarias para el desarrollo rural

Tiempo de lectura: 2 minutos

La situación de los campesinos del sector de Milancito entre Marsella y San Francisco es muy difícil, porque no pueden movilizar su producción agrícola y pecuaria, por la pérdida parcial de la banca y el taponamiento de la vía por deslizamiento de masa. No tienen para dónde ir. Están atrapados. Sus condiciones de vida son bastante precarias y las posibilidades de mejorarla radican esencialmente en la habilitación del carreteable que los comunica con la cabecera municipal.

Este es un ejemplo de las consecuencias del duro y largo periodo de lluvias que estamos enfrentando en el último año, que ha causado graves daños a las vías rurales y, por consiguiente, a la economía campesina, que está viendo cómo se encarece su proceso productivo, haciendo que sus mercancías sean poco rentables, y en muchas ocasiones, infortunadamente, se pierden por la imposibilidad de movilizarlas.

Para enfrentar el problema de daños en las vías, producto de deslizamientos, hundimientos e inundaciones, Risaralda carece de suficiente maquinaria y eso hace difícil atender tramos como Cachipay – Balboa, Tambores – Esparta en La Celia, La Isla – Belén de Umbría y El Planchón – Santa Rita – Santa Ana en Santa Rosa de Cabal, por sólo mencionar algunos de los muchos casos.

Hemos repetido hasta la saciedad, que el futuro del sector rural depende en gran medida de que las vías terciarias estén en buenas condiciones. Porque cuando esto sucede, la comunidad tiene la posibilidad de movilizarse más rápido y de forma segura, pueden sacar al mercado sus productos, es posible llevar materiales para mejorar sus viviendas y las familias tienen la certeza de que sus hijos irán a las escuelas y colegios.

De los 1.764 kilómetros que tiene la red vial de Risaralda, el 86% corresponde a vías terciarias, o sea, 1.511 kilómetros. Aunque se conoce el trazado de esta red, no se sabe con certeza cuál es el estado de su infraestructura. También se desconoce cuáles son las vías prioritarias desde el punto de vista socioeconómico, cuánta gente vive en sus trayectos, qué producen, qué y cuánta cantidad venden, qué consumen, cada cuánto van al mercado, cuál es el estado de sus viviendas, y qué pasa con ellos cuando las condiciones del tiempo les imposibilita su tránsito por las vías.

Ese desconocimiento de la realidad de las vías terciarias y de su entorno social, económico y ambiental, es lo que impide que se puedan tomar con efectividad las decisiones de inversión, lo cual nos obliga a pedir que se realice un levantamiento de información sobre este tema por parte de la Gobernación, en una acción conjunta de las secretarías de infraestructura y agricultura.

Esa información será básica para poderle presentar al gobierno nacional un plan de inversiones cofinanciadas, que aseguren un mejoramiento de las vías terciarias, tal como lo propone el nuevo gobierno nacional, que ha anunciado, que espera que estas actuaciones las lideren las juntas de acción comunal de las áreas rurales.

En ese sentido, hay que preparar a las juntas comunales de Risaralda para asumir este reto que planteó el presidente Petro. Es una gran oportunidad de relacionar el trabajo comunitario con el Estado.

Sobre este tema de las vías terciarias, realizaremos el 10 de agosto un foro en las instalaciones de la Asamblea Departamental, con la presencia de los actores institucionales y comunitarios de Risaralda.

Caja de comentarios